La Leishmaniosis es una enfermedad parasitaria muy grave que se transmite por la picadura de un mosquito (Phlebotomus perniciosus), afectando a un gran número de perros anualmente.
En la actualidad, no existe ningún tratamiento curativo para esta grave enfermedad, motivo por el cual es muy importante vacunar a los perros o realizar revisiones anuales para detectar posibles contagios.
La enfermedad se detecta mediante un simple análisis de sangre. La época de contagio es en primavera y verano, periodo en el que hay mosquitos, por lo que se debe realizar el análisis en invierno (enero o febrero), pasada la época de contagio.
Perros aparentemente sanos pueden estar infectados, porque los síntomas pueden tardar en aparecer hasta varios meses, por lo que el diagnóstico precoz de esta enfermedad es crucial para un pronóstico más favorable.